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viernes, 5 de febrero de 2010

El triste final de una revista valiente

La diferencia radica entre escribir la “r” de Rey en mayúscula o en minúscula. El diario Le Journal la escribió siempre en minúscula. Su fundador, Boubkar Jamai, ofreció este miércoles una rueda de prensa a la que acudió unas 200 personas. Algo sin precedentes. Militantes de la derecha, de la izquierda, grupos de islamistas, el colectivo de saharauis independentistas, onegés…

Una representación de toda la sociedad civil marroquí estaba en esta rueda de prensa que decía adiós a un semanario valiente, que, a pesar de las presiones, amenazas y constante boicot publicitario, continuó con su línea crítica contra el poder y la hegemonía de Palacio. Neutral, que nunca casaba con nadie y con nadie. Siempre fiel a sus ideas de absoluta independencia. Este ha sido Le Journal en los más de diez últimos años. El miércoles, tras el histórico encuentro, “terminaba un proyecto que comenzó en mitad de un ambiente lleno de esperanzas en el cambio y en pasar de una página negra a una página limpia o al menos no dominada por los daños del pasado, de los años de plomo”, señala Embarek Lmrabet en su artículo “Le Journal, el final triste de una revista valiente” publicado en Ajbar Al Yaum.

Boubkar Jamai acaparó la atención del público durante más de dos horas en las que hubo manifestaciones espontáneas a favor de la libertad de expresión, en las que los protagonistas habituales de este diario agradecían a viva voz el esfuerzo del semanario en haber contado los hechos con objetividad. “Nos han cerrado por liquidación judicial, según el argumento oficial, pero yo quiero decir aquí que las deudas se deben a la falta de ingresos en este diario que desde el segundo número ha sufrido el boicot publicitario a causa de nuestra línea crítica con el poder y con el monarca, y lo que hemos ganado era para pagar a los trabajadores y las imprentas. La presión sobre los anunciantes y las imprentas provocaron que perdiéramos más del 80% de la publicidad. Es por esto la precariedad de este periódico, pero yo no voy a abandonar mis ideas, ni voy a dejar de expresarlas”, manifestó Jamai mientras explicaba con todo tipo de detallas los comienzos de Le Journal y su desarrollo hasta su muerte. “Así cae el telón de forma triste y bochornosa sobre la historia de una tribuna libre que durante años ha dado aliento al campo periodístico marroquí. No hay duda de que el motivo oculto del final de este diario es político que pretende acallar la voz que grita aquello que muchos no quieren oír y corta el dedo que señala valiente muchas pústulas que la autoridad pretende ocultar”, continúa Embarek.

Le Journal nació en 1997 para acompañar el cambio, después de que las elecciones dieran la victoria a la Unión Socialista de Fuerzas Populares. El semanario quiso acompañar el gobierno de alternancia que formó Abderahmán Yusfi, pero cuando comenzó a desvelar los agujeros negros de la clase política, a romper tabúes, a denunciar la hegemonía política en manos del Rey, de su mejor amigo, Alí Himma, ya no despertaba ninguna simpatía en Palacio. “La policía judicial llegó a la redacción, obligó a todos los periodistas abandonar la sala, cambiaron la cerradura de la puerta, y pidió al guardián del edificio que no dejara entrar a ningún periodista”, relata el momento del cierre hace una semana. “Hemos pagado un precio por los reportajes realizados sobre el Sahara que hemos tratado con neutralidad, sin tomar posición en el conflicto aunque seamos unionistas no separatitas. En nuestra materia debemos dejar de un lado qué pensamos y dar la palabra a los otros”, comenta Hicham Hudeifa, periodista de Le Journal, ahora en paro. Le inunda la frustración porque asegura que no podrá trabajar en otro periódico sin estos “principios básicos de independencia y neutralidad”.

“El poder no quiere que mostremos los defectos del país. Ya no podemos hablar de la nueva era después de estos últimos años de reinado de Mohamed VI. Hay una estrategia del estado de encerrarse y una voluntad de proteger una hegemonía política controlada por el mejor amigo del Rey, Alí Himma, quien ha creado un partido llamado el PAM. Estas personas ya no quieren esta prensa libre que desvela las hegemonías tiránicas”, añade Hudeifa. “Han cerrado un diario, pero no han matado a los periodistas, aunque será muy difícil que otro periódico nazca con el mismo espíritu de independencia… Estamos en una guerra por la democratización de nuestro país. Mientras estemos ahí la guerra continuará”, asegura Aziz Yacoubi, otro joven redactor que se encuentra en la calle. “El régimen es tan arcaico, de media edad. Por eso yo creo que otro medio como el nuestro, que no se casa con nadie acabará siendo cerrado”, sentencia Yacoubi. Una canción improvisada por la libertad de expresión inundó la sala de una rueda de prensa que pasará a la historia junto con Le Journal: el final triste de una revista valiente.

Fuente: Beatriz Mesa
http://www.cope.es/mundo/05-02-10--triste-final-una-revista-valiente-134161-1