Maroune M. explica que las elecciones legislativas que se llevaron a cabo en Marruecos el pasado 25 de noviembre no fueron limpias porque están amparadas en una Constitución (aprobada en julio) que sigue dando todos los poderes al rey. El Movimiento 20 de Febrero pidió el boicot junto con varias formaciones de izquierda y un partido islamista.
Marouan M. [prefiere no revelar su apellido], marroquí licenciado en
gestión de empresas, argumenta la postura del Movimiento 20 de Febrero,
movilización popular que empezó hace diez meses siguiendo la ola de
revueltas árabes de Túnez y Egipto, frente al supuesto proceso
democrático en Marruecos. Este joven es también militante del partido de
izquierda Vía Democrática que llamó, junto a otras formaciones
políticas, al boicot de los comicios del 25 de noviembre.
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